Historia
S.M.F es una mujer de origen peruano con una hija de 9 años a su cargo. Lleva mucho tiempo residiendo en España, pero desde hace dos años todo se ha complicado, tanto que ya no tenía recursos para pagar el alojamiento. Aunque posee titulación reglada para la atención a personas con dependencia, no le estaba resultando fácil encontrar un puesto de trabajo, y la situación se había vuelto crítica.
Cuando se puso en contacto con Corazón y Manos para solicitar ayuda, nos enteramos de que en el verano de 2020 no había podido incorporarse a un puesto para el que había sido seleccionada porque, aunque tenía resolución favorable para la renovación de los permisos, le faltaba un sencillo trámite: acudir a una oficina de extranjería para estampar su huella dactilar. S.M.F. nunca pensó que, teniendo resolución favorable para la renovación de permiso, la falta de un trámite fuese motivo de no ser empleable.
La pandemia ha provocado que algunos trámites burocráticos, como la cita previa para la toma de huellas que ya habitualmente presentan problemas de esperas, se hayan visto retrasados durante meses. Antes de que entrase en vigor el estado de alarma, encontrar una cita previa para realizar este trámite era prácticamente imposible. Con la llegada del estado de alarma el sistema simplemente colapsó.
Una vez que finalizó el confinamiento, S.M.F. acudía diariamente a un locutorio para intentar realizar el trámite online de solicitud de cita previa, pero siempre se encontraba con el mismo mensaje: “En este momento no hay citas disponibles. En breve, la Oficina pondrá a su disposición nuevas citas”.
Desde Corazón y Manos realizamos la consulta a la Brigada Provincial de Extranjería y pudimos solucionarlo realizando un desplazamiento a otra localidad donde había menor colapso. Resuelto el trámite de las huellas, su caso se presentó al Comité de Inserción Laboral de Corazón y Manos y, una vez aprobado, en unas semanas comenzó a trabajar de auxiliar de limpieza en Multiservicios Ndavant.
En palabras de su jefe en el servicio, “es una gran trabajadora y tiene un compromiso muy grande con las labores que realiza”. Atrás quedan los días de incertidumbre y de acumular empleos sin estabilidad. S.M.F. sólo necesitaba un pequeño apoyo para comenzar a trabajar.